miércoles, 11 de noviembre de 2009

Dulce et decorum est pro amor mori.


Las personas que acompañaron a Beethoven en su lecho de muerte, dicen que falleció a causa de una extraña enfermedad. Pero eso es falso. Sólo yo sé la verdad: Beethoven murió de amor. Tal vez deba decir: yo maté a Beethoven. Lo despojé de lo que más amaba en el mundo; un acto mío bastó para coronar la vida de sufrimiento del genio sordo. Terminé con su pasión. Lo privé de una muerte dulce.
No pretendo disculparme, pues sé que la esencia de mi espíritu está tranquila. Soy culpable, pero no actué con alevosía. Podrían llegar a pensar que soy un monstruo, pero tengo un argumento irrebatible: yo también lo hice por amor. Dulce et decorum est pro amor mori.

[Merde à l'amour]

•Suena: >>Beethoven's- Sinfonía nº 9

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