Somos materia que habla, materia que llora, materia que canta y enormes categorías de espanto.
Monologando, arañándome el corazón con la mirada rota de la pena, me arranco el pedazo del alma que representa a cada semana y te contemplo a ti adentro, solo, enorme como un nomeolvides en un abismo; viejo, furioso, tierno, el rescoldo del remoto querer levanta llamas tronchadas y multitudinarias, rajando el hígado quemándolo con gotas de olvido.
Soy espectáculo y audiencia de un drama eterno!, copretérito, en el cual mis sentir son el personaje latente, el rugiente fusil o caballo desaforado que busca abismos, gritando en la soledad de los navíos; no volveré a besar nunca jamás tu boca de tierra y mundos; y a la orilla de tardes lluviosas envenenadas de remembranzas dañan mi piel con luto y yo solo espero...
El sentimiento levanta a la sociedad huracanada, agregando esclavitud adentro y congojas grandes como espigas o como estruendos de eternidades que batallan arrojándose montañas a la cara; mal llamado amor...hoy, te escribo, circunscrita de amapolas, versos de fuego con hierro rugiendo y tórtolas, para el correo del otro mundo, con olor a recuerdos.mi orgullo, fe de feminismo lleno, no austero de lagrimas cubiertas con vergüenza como si todo mi llanto fuera el llanto general del mundo, invento y voy vociferando de alegría horrible; mi desesperación fusilera se desafía con la noche, mi cinturón de balas, de recuerdos, de quita matices y rompe mascaras me estrangula…voy como Galvarino con los brazos cortados a la altura del corazón.
Dame un momento Einstein: ¡voy a golpear a la Eternidad y a tu gravedad con la otra mejilla…!
oh! divinidad del olvido, ven y arrulla maternalmente, a la pequeña idiota blancucha , con sus historias melancólicas
